En un momento en que los desafíos de la convivencia escolar se agudizan en las comunidades educativas del país, la Región de Atacama ha decidido poner sus fichas en una estrategia tan antigua como poderosa: el juego.
El objetivo es claro: recuperar espacios de vínculo, empatía y respeto a través de dinámicas lúdicas diseñadas para fomentar el desarrollo integral de los estudiantes.
Una estrategia con respaldo y trayectoria
Esta visión, forma parte del Plan Regional de Educación, impulsado por la Seremi de Educación de Atacama y sus departamentos provinciales de educación, es ejecutada por el Centro Observatorio del Juego, organización con más de una década de experiencia promoviendo metodologías lúdicas en el ámbito educativo. La estrategia dirigida a 20 establecimientos educacionales de la región no solo incluye instancias formativas, en la jornada inicial se entregó a cada establecimiento seleccionado, un set de recursos lúdicos que favorecen la construcción de habilidades sociales y emocionales en los estudiantes.
Estos materiales fueron cuidadosamente seleccionados por su pertinencia curricular, adaptabilidad a distintos contextos escolares y su capacidad de generar aprendizajes significativos desde el disfrute. Los juegos serán implementados en sesiones de orientación y actividades grupales, dentro de un plan que se extenderá por dos meses y formará parte de la Red de Innovación para la Transformación Educativa impulsada por el Centro de innovación Mineduc.
Voces desde el aula
Para Edgar Collado, encargado de convivencia del Liceo Santa Marta de Vallenar, esta experiencia representa una oportunidad esperanzadora. “El juego y lo didáctico siempre han sido esenciales. Hay muchas investigaciones que avalan cómo los estudiantes responden mejor al aprendizaje cuando se sienten motivados y contenidos. Esta capacitación es una tremenda herramienta para nosotros”, destaca.
En la misma línea, Constanza Ripoll, coordinadora del área de convivencia del mismo establecimiento, enfatiza: “Estas metodologías dinámicas y activas nos permiten llevar estrategias innovadoras directamente a la sala de clases. Poder vincular el juego con el respeto, la empatía y el trabajo en equipo es clave para los tiempos que vivimos”.
Un enfoque transversal
El enfoque de esta jornada no solo interpela a los encargados de convivencia. También desde el Servicio Local de Educación Pública de Atacama, Mauricio Morales Navea enfatiza: “Todos los niños deben tener la oportunidad de jugar, sin importar si destacan o no en alguna disciplina. El juego debe ser una herramienta transversal, no elitista, porque allí se juega mucho más que un partido: se aprende a vivir en comunidad”.
Por su parte Catalina Santibáñez Fritis, supervisora del Departamento Provincial de Educación, manifestó que “Estamos apostando con mucha fe por el juego como estrategia para mejorar la convivencia escolar, que se ha visto muy deteriorada. Esta es una iniciativa dentro del Plan Regional de Educación que busca, a través del juego, brindar herramientas reales a quienes están en terreno, acompañando a nuestras niñas, niños y jóvenes”, señala Santibáñez con convicción.
Finalmente, desde la institucionalidad, Pablo Selles, Seremi de Educación de Atacama, pone énfasis en una mirada más amplia: “El derecho al juego no es un lujo, es una necesidad para el desarrollo de nuestras niñeces. Instancias como esta nos permiten innovar, y más importante aún, confiar en que, a través del juego, los niños aprenden a convivir, a socializar, y a soñar con un país mejor”.
Con jornadas como esta, Atacama comienza a transitar un camino donde el aprendizaje no solo se mide en notas, sino también en sonrisas, vínculos sanos y aprendizajes para la vida. Porque como lo han demostrado una y otra vez las infancias: el juego no es solo cosa de niños. Es también una poderosa herramienta para reconstruir la comunidad.